22 de junio de 2011

LUIS ALBERTO PAYARES MI MAESTRO PARTE 2

Pasó el tiempo y una mañana del año setenta y dos salí de mi trabajo en la Caja Agraria de Montería, mire a mi izquierda y observé una figura de hombre elegante o gentleman del caribe, un verdadero dandi, me acerqué, era Luis Alberto Payares Villa “el pupi”, me emocioné al ver a mi amigo, esta vez lucía un conjunto color gris, cuya camisa era tipo guayabera cuatro bolsillos con abertura en los lados, en su cuello una cadena de oro de 18 quilates, en su brazo derecho un reloj con manilla de oro, y en su brazo izquierdo una esclava de oro, también de 18 quilates, los mocasines eran de color gris, se veía el maestro impecable como siempre; nos abrazamos y me dijo “estaba triste y me iba para Cartagena otra vez pero este encuentro contigo me reconforta y voy a aceptar la oferta de don Jacobo Elías para dirigir Radio Panzenu”.
Yo le conté de mi vida después de separarnos en lorica, el uno para Cartagena y el otro para Buga. Nos sentamos en un sitio muy acogedor en ese tiempo en montería llamado “El Percal”, salimos y le mostré mi carro, un Nissan Patrol último modelo, y le dije “en éste vamos a ir todos los sábados a almorzar a tu Lorica querido sancocho de bocachico donde tu amiga Tomasa”, y así fue.
El “Pupi” es un hombre visionario, amante de las cosas buenas y con deseos de no quedarse allí y por eso consiguió todo lo que quiso como profesional de los medios y publicista, un día me dijo en su tono alto y hiteador “óyeme Álvaro cuanto te costó tu carro, porque cuando yo regrese a Montería otra vez voy a venir en el mío, yo tengo que tener mi carro, así que tienes que enseñarme a manejar, cuando vayamos a comer a Lorica donde Tomasa, tu me enseñas” y esto ocurrió, yo enseñé a manejar en la carretera a Lorica al pupi.
Al poco tiempo de estar el maestro en Montería se trajo a Alfonso Cabrera Altamiranda, el talento más grande que ha parido Cartagena en la producción y grabación de cuñas radiales. Entre los dos hicieron de Radio Panzenú una de las emisoras más populares de la costa, aún todavía el brujo Ramiro Arteaga López, jefe de operadores de sonidos de la emisora no ha permitido que cambien el eslogan que dice: “Radio Panzenú la emisora del sonido gigante”, así ahora su sonido sea enano y no llegue a mocar; también conservan la misma cortina musical de la película Gold Fingers del agente 007.
Las enseñanzas del pupi para mi formación como hombre de radio y narrador deportivo fueron fundamentales, gracias a ellas he logrado mis objetivos durante mi ya larga carrera en los medios, donde ocupé cargos desde director artístico hasta gerente de emisoras, todo esto se lo debo al maestro payares villa, el nunca me dijo estás bien, siempre me decía te falta para que me esforzara más.
Recuerdo que nunca me preguntó si yo quería ser locutor, pero me vio condiciones y me daba las oportunidades. Una vez me sorprendió y me dijo “hey Álvaro esta noche te quedas en la emisora de 7 a 12 de la noche dando la hora, anuncias el disco, das la hora y dices esta frase: “después de la balada, Radio Panzenú con el sonido del amorrrrrrr”, con voz suave y tono amoroso; y así lo hacía, mientras él me supervisaba desde donde vivía, en el apartamento de una excelente locutora del interior llamada Daira Urdinola.
La pupimania se tomó a Montería y Radio Panzenú le ponía el pie a las demás emisoras de causando la envidia de los colegas, ya dinosaurios de las otras, que veían en payares al intruso que con su talento acababa con la radio obsoleta e imponía la radio moderna. Al final de la identificación de la emisora en su voz decía: “RADIO PANZENU LA EMISORA MODERNA DE MONTERIA”.

En la próxima el pupi un gran bailador de salsa y mi lanzamiento como locutor en Medellín junto al maestro.



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