8 de octubre de 2009

UN VISTAZO A MI CIUDAD

Para escribir esta crónica necesito regresar mentalmente al pasado, para luego ingresar al presente y también hablar del futuro. Se trata de mostrar la metamorfosis sufrida social y arquitectónica de nuestro caserío, pueblo y hoy gran ciudad Montería.La bella mi eterna y poética tierra llamada por alguien la perla del sinu.
Mis recuerdos me trasladan al año cincuenta y cinco, ya era un niño con uso de razón, San jerónimo de montería un caserío grande donde todos sus habitantes se conocían y los niños como yo nos acostábamos temprano por temor a un fantasma llamado Juan Lara surgido de la imaginación de nuestros tátara abuelos y abuelos.
Los habitantes de montería tenían una cultura innata producto de la buena crianza y buenas costumbres traídas por los inmigrantes de apellidos ilustres como Freja, D'Ambrossio Lacharme, Yabrudi, Bechara Zainun y los ya cultos como los Giraldo, flores, lorduy, casab y muchos más que convertían a Montería en un pueblo grande con don de gentes.
De la clase política que podemos decir? que fue la misma que señalo los derroteros de la actual, en ese entonces ya marcaban la pauta política los doctores Miguel Escobar Méndez, Marcos Díaz Castillo, Rafael Yances Pinedo, Manuel H Iriarte y Don Horacio Guzmán entre otros.
Estos gobernantes empezaron a cambiar a montería de caserío a pueblo grande, las calles eran de arena, transitadas por los coches del doctor medina conducidos por la leyenda viviente Don Fernando Acosta y quien después fundara su flota de vehículos “willys” de servicio público en compañía de Manuelito Mercado, Doriberto, el indio y el orejón Erazo. Los primeros metros de concreto afloraron en las calles, recuerdo que el primer tramo de pavimento fue en la calle 29 frente al viejo teatro montería diagonal a la cárcel municipal donde funciona hoy la liquidada lotería de córdoba, se mejoro el servicio de acueducto, se paso del acueducto en burro y la venta en cantaros al agua en las plumas por las noches, de la planta eléctrica de los Lacharme que prendía alas 6 de la tarde hasta las 10 de la noche a la gran planta Lister de la electrificadora de córdoba con posteria en las calles de madera curada, era el fin de la linterna de gas y a gasolina con caperuza. Nuestros gobernantes apuraban para convertir a Montería en un pueblo con futuro fue así como mejoraron la pedregada vía a Cerete hoy vía al aeropuerto haciendo más económico el comercio con otras regiones de la costa desapareciendo la comunicación fluvial.
Después de ese arranque promisorio vino una etapa de letargo, los políticos que remplazaron los mencionados al comienzo de estos escritos pensaron mas en ellos que en la ciudad, pensaron en sus familiares, en su ganado, sus fincas y se olvidaron de Montería, todas las obras se estancaron, las calles, los servicios incluyendo el teléfono eran un caos fue una desidia prolongada hasta el punto que nadie nos visitaba y cuando tu invitabas a un amigo a venir a montería decía que lo invitara a otra parte menos a esta ciudad donde las aguas negras corrían por las calles.
Se terminaron las elecciones a dedo y aparecen las de elección popular, el presbítero León Pereira, el Pachi Burgos y Luis Jiménez Espita, entre los tres hicieron algo por montería no mucho pero como dijo el pobre (algo es algo).
No somos políticos, no nos apetece ser político pero si somos personas honestas en reconocer los valores de los demás y creo que es importante resaltar la labor realizada por león Fidel Ojeda Moreno como alcalde, contribuyendo al gran salto de Montería de pueblo a ciudad fue un mandato sin egoísmos y capaz de continuar con los proyectos , obras y contrataciones dejadas por su antecesor, logrando cambiar la cara de nuestra capital, ejemplos como la ronda del Sinu, la terminal de transportes, el anillo vial, la pavimentación de algunas calles, la mejoría en los servicios públicos y la construcción del puente segundo centenario, son un testimonio de que nuestra ciudad comenzaba el verdadero camino del progreso.


La esperanza de continuar con este auge se presenta con la actual administración de Marcos Daniel Pineda García delfín de la casa García burgos quien en sus veintidós meses de mandato ha demostrado que no fue por casualidad su elección como alcalde de la ciudad sino por convicción de los monterianos de que sería la gran alternativa para el despegue de la capital de Córdoba, la juventud, capacidad y su visión futurista son la clave del éxito de este joven gobernante, proyectos como la construcción de puentes elevados en la glorieta de la 29, el anillo vial que circundara la ciudad, empalmando con la troncal del Caribe, la continuación de la ronda del sinu, y la construcción del estadio de futbol para treinta mil espectadores, es la meta. Nosotros confiamos en el éxito de la gestión. A las nuevas generaciones no les pasara como a nosotros ellos encontraran una capital llena de progreso y alternativas de la cual los monterianos nos sentiremos muy orgullosos.



LO + LEÍDO