Con la defensa ante Enrique Sánchez termina nuestro recorrido siguiendo al campeón del mundo Happy Lora, por los ensogados norte americanos, yo he titulado este viaje como el encuentro con mis ídolos de la salsa, la narración deportiva y el boxeo.
Fue el ultimo viaje que hice siguiendo al campeón Happy Lora a Miami, porque después Lora realizo 4 combates mas a los cuales no asistí, pero si viajo Robinson Suarez quien será el encargado de contar esas historias y anécdotas que han hecho de estos escritos un compendio de inolvidables crónicas, que estaban inéditas, las cuales dejaron de ser al contarlas en estos ilustrados capítulos.
La pelea con Sánchez se efectuó el 23 de agosto de 1986 en el convención center de Miami beach, yo viaje el día 19 de agosto, mi compadre Robinson Surez tomo vuelo dos días antes que mi persona, la razón “ compadre tengo que viajar antes para la consecución de la línea por donde enviaremos el sonido a Colombia” la información vendría nuevamente por Ondas de Urra; para esta pelea, no negociaríamos mas derechos con Pachito Lora sino con Julio Guerrero nuevamente, un hombre “ duro de roer”, pero bueno eso no nos preocupaba, porque ya a julio le habíamos ganado algunos asaltos con relación a los derechos en otros combates de campeonato mundial y este tendríamos que ganarlo también.
El 19 de agosto llegue al aeropuerto Ernesto Cortizos a las 5 am el vuelo salía alas 8:30 am, había que estar temprano para adelantar los requisitos del viaje , los colegas de Cartagena y barranquilla habían viajado con antelación y prácticamente viajaba sin compañía de periodistas conocidos, pero de pronto escuche un alboroto de los maleteros e hinchas del junior de barranquilla era Edgar Perea quien hacia su arribo y las personas lo agitaban diciendo “ junior, junior tu papa” bueno me quejaba que no tenia compañía para el viaje, pero con el negro Perea bastaba y sobraba.
Al subir al avión y buscar mi ubicación, me toco ventanilla, para tener visibilidad por si de pronto algún percance y el piloto y el copiloto se tiraban en para caídas y nos dejaban solos en el avión, siempre le digo esto a los amigos que viajan conmigo en broma, es un chiste malo del cubano Álvarez Guedes.
Siempre he sido un seguidor de la música de Héctor lavoe y todo me imagine menos conocer en este viaje al “loco” como le decían sus amigos por cariño. Por esos días se efectuó en barranquilla uno de los últimos festivales de salsa de la buena en el romelio Martínez, donde vino la fania con todo su grupo completo, bueno ellos viajaron ese día en el mismo vuelo donde yo iba y me toco en la silla de la derecha Andy montañez, y en la siguiente Adalberto Santiago, no me cambiaba por nadie, compartí almuerzo con Andy y hablamos de salsa y control, que caballero Andy montañez, una cultura y educación innata, después estuvo aquí en montería en un concierto en el campanario, uno de los mejores sitios que tuvo esta tierra para bailar, y le recordé lo del viaje y me dijo que se acordaba como el primer día.

Hasta la próxima