18 de agosto de 2011

AMANCIO CASTRO VS MAURICIO ACEVES PARTE 2

MALDONADO
Continuando con nuestra historia de éste combate entre Amancio Castro de Colombia y Mauricio Aceves de México; el gran misterio era la fisonomía del mejicano: a cinco (5) días para la pelea no teníamos, siquiera, una foto de Aceves. Sólo sabíamos que su apoderado era el conocido concertador Ricardo Maldonado. –Qué hacemos? Nos preguntábamos. Los medios escritos necesitaban ese material para promocionar el combate. Estábamos con esa preocupación cuando llega el doctor Hernán Gómez (padre) y pregunta al fotógrafo, Carciofi: -Nada que aparece la foto de Aceves? –Nada, respondió. De pronto se me ocurrió una idea que en principio fue mamadera de gallo; le dije al doctor Gómez. -Doctor yo voy a hacer un dibujo a ver si se asemeja a Aceves de acuerdo a como usted me diga. Él me respondió: -Listo. Le pregunté: -Cómo le han dicho que es Aceves? –Bueno, como todos los mejicanos, bajito, cabezoncito, pelito indio. Yo dibujaba, mientras el doctor Hernán me decía: nariz chata como de patacón. Yo seguía haciendo la caricatura, porque entre otras cosas ese ha sido uno de nuestros hobbies, la pintura, manifestación heredada de mi padre don Pedro Díaz Castilla.
Cuando terminé de pintar el “monicongo”, se lo mostré al doctor Gómez, éste me dijo: -“Erda” ese es el tipo. Todos nos miramos y soltamos la risa; el doctor Iguarán dijo: -Verdad que se parece a un mejicano, píntale un poquito el pelo de negro y publícala en El Universal Carciofi, con esto resolvemos el problema de la foto.
La organización del combate continuó. Tratábamos de armar una cartelera liviana con boxeadores jóvenes, ya que el peso de la velada estaba en la pelea de campeonato mundial. Se aproximaba el día de la pelea, Amancio tenía su cuartel de entrenamientos en el aparta hotel La Floresta cerca al sitio llamado por sus dueños “pim pom papas”, uno de los primeros lugares alucinantes de Montería, donde los herbívoros de ese entonces disfrutaban el éxtasis de la marimba y el danzón.

MAURICIO ACEVES

El entrenador de Amancio era el mariabajero Pedro Vanegas. Por orden del manejador de Amancio, Hernancito Gómez, Pedro mantenía alejado del mundanal ruido a su boxeador para evitar cualquier tentación de “hojarasquín” del monte.

Al no saber nada del mejicano Aceves, yo le dije a Hernancito: -Hey, Hernancito, consigue el teléfono de Maldonado para llamarlo; y me dio el de la residencia de este en los Ángeles (USA). Solicité la llamada (no existían los celulares). Timbró y contestó la señora de Maldonado. Se me ocurrió hacerme pasar por el gobernador de ese entonces y le dije -Quién habla? Me respondió: -Habla la señora de Maldonado. Le dije -Mire le habla desde Montería, Colombia el gobernador del departamento, Camilo Jiménez Villalba, estamos preocupados por la no llegada de Aceves, qué pasa?. Me dijo: -Señor gobernador no se preocupe que Maldonado le cumple, el está en Méjico con Aceves, ya que la señora de Aceves dio a luz, pero ellos le cumplen señor gobernador”.
Al escuchar las palabras de la señora de maldonado nos tranquilizamos. Finalmente Aceves llegó faltando dos días para la pelea y pudimos conocerlo en persona. Lo paseamos en un carro de bomberos por Montería para que lo vieran de carne y huesos y se despejara cualquier duda, Montería era un hervidero solo se respiraba boxeo. En la práctica del mejicano en el coliseo “Happy” Lora no cabía un alma en el gimnasio para observar los movimientos del azteca.
Todo marchaba muy bien, y con mucha confianza de lo que estábamos haciendo, hasta cuando se produjo una llamada de Bogotá faltando 48 horas para la pelea, llamada que nos inquietó. Era el “Chiqui” Leal, hablándonos de esa simbiosis que comenté al inicio. Le dijo al doctor Iguarán:-Hugo, cómo estás chico, coño te llamo para informarte que viajo mañana con mi escuadra de maromeros (eran unos luchadores corpulentos), por orden del “míster” Ponga (refiriéndose a Vladimiro Bula, un abogado de Sahagún del cual también les hable en el capitulo anterior). Continuó el “Chiqui”: -Quita a todos los fantasmas que estén por allí que yo me voy a encargar de controlar todo lo de la entrada al coliseo, estos tipos que llevo son mas peligrosos que TIM MACCOY , (refiriéndose a un actor de vieja data que hacia las veces de pistolero del oeste en las películas americanas).
El doctor Iguarán nos comentó lo charlado con Leal Torres, y yo dije -Ojo que algo se trae el Chiqui entre manos y debemos estar atentos a una “filimonica” por parte de este. La filimonica era una palabra usada en el argot boxístico para referirse a las artimañas del viejo promotor boxístico Filemón Cañate Bernet.

Hasta la próxima.

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